Nos encontramos ante el ábside de la iglesia del año 390 en Roma. Este mosaico pertenece a las artes figurativas en el período de la Iglesia oficial de los siglos IV y V. ya no se buscaba solamente el valor de lo simbólico, sino que también se desarrolló un interés por la calidad y la belleza.
Los mosaicos es una obra elaborada con pequeñas piezas que pueden ser de diversos materiales como piedra, vidrio u otros que tengan diversas formas o colores, esto recibe el nombre de teselas, que mediante yeso u otro aglomerante forman composiciones decorativas geométricas o figurativas. Sigue leyendo
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