Salón Rico de Medina Azahara.

medina_azahara_cordoba_salon_rico_10

El Salón Rico o de Abderramán del Palacio de Medina de Azahara, fue construído en el año 936, y se encuentra cerca de Córdoba, donde aún se conservan numerosos restos. La ciudad de Medina Azahara fue concebida como un conjunto que comprendiese los edificios necesarios para la vida del monarca, para el gobierno y para el culto islámico, a modo de ciudad regia o palacio-ciudad. En el año 711, los árabes entraron en la Península Ibérica, aunque la mayoría de los invasores no eran árabes, sino bereberes del norte de África, a los que luego se sumaron sirios. Los musulmanes consiguieron mezclarse con los habitantes de la Península y pronto se sintieron identificados con esta. Esto hizo que los musulmanes comenzasen a adaptar elementos de las culturas romana y visigoda. Desde el 711 hasta 1492 hubo diferentes períodos islámicos que marcaron las etapas del arte hispanomusulmán. En este caso, el Salón Rico de Abderramán pertenece al período cordobés.

Estamos ante un salón que pertenece al Palacio de Abderramán de Medina de Azahara desde una vista interior . Pero, el Salón Rico no es propiamente un único espacio, en realidad se trata de un conjunto de espacios y salas compartimentadas, formando todas ellas un único salón dividido por arcadas. El salón tiene una planta basilical de tres naves. Las cabeceras de estas tres naves aparecen decoradas por arcos de herradura cerrada, en uno de los cuales, el central se supone que era donde estaba situado el trono desde donde el califa dirigía el ceremonial palatino. El Salón Rico está compuesto de piedra arenosa, y el resto de la superficie de la pared está recubierto con finos paneles decorativos tallados en mármol. Se trata de una obra arquitectónica arquitrabada. Destacamos su espectacular decoración: En primer lugar hay que destacar los arcos de herradura cerrada califal con policromía bicolor y con la característica de dovelas en rojizo y en tonos color carne provenientes de la piedra arenosa, semejantes a los de la mezquita de Córdoba. Los arcos a su vez, están sostenidos por columnas de mármol de la mejor calidad, que alternan los tonos rosados con los azules claros, produciendo así un curioso juego de colores. Los fustes de las columnas aparecen rematados por los característicos capiteles de avispero.

Deja un comentario