El nacimiento de Venus.

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La siguiente imagen pertenece al nacimiento de Venus, realizada por Sandro Botticelli en 1480, ubicada en la Galería de los Uffizi (Florencia). El nacimiento de Venus pertenece al primer Renacimiento italiano, el quattrocento, fue una de las obras de la nueva pintura desarrollada en Florencia. A lo largo del quattrocento la pintura no se alejó demasiado de los soportes y técnicas del Gótico, aunque poco a poco se introdujeron novedades. A lo relativo a las técnicas pictóricas, durante la primera mitad del siglo XV se mantuvo la pintura al temple, aunque en la segunda mitad del siglo se introdujo desde Flandes el óleo, que permitía pinturas mucho más luminosas.

Sandro Botticelli fue el pinto más destacado de la segunda mitad del siglo XV en Florencia. Discípulo de Andrea del Verrocchio, al igual que lo sería Leonardo da Vinci, Botticelli trabajó para los Médicis. En sus obras muestra el dominio del dibujo y de la composición, que contempla con los colores aplicados al temple sobre tabla. Su estilo lírico se potencia por la esbeltez de las figuras y las posturas curvadas. A pesar de las técnicas del temple y el desinterés por las arquitecturas, Botticelli trabajó tanto temas religiosos como mitológicos, y fue un gran conocedor del mundo clásico.

El nacimiento de Venus está realizada en temple sobre lienzo. Observamos un predomino de colores tanto cálidos como fríos. La perspectiva es frontal pero podemos distinguir una diferencia de perspectiva con el fondo del cuadro, ya que extremo derecho de este la orilla del bosque cada vez va siendo más pequeño, imitando  así una lejanía de las figuras. El punto de vista es alto con una composición cerrada, ubicada en un espacio exterior. El tema pictórico es mitológico en el que aparecen diferentes dioses como: Venus, el dios Céfiro, Cloris. También encontramos a Primavera una de las diosas de las estaciones, que perteneció a  las tres gracias compañeras tradicionales de Venus.

Venus (nombre romano) o también conocida como Aphrodita (nombre griego) era la diosa del amor, belleza, risa y matrimonio. Venus trae la belleza del mundo y por lo tanto los que aman la belleza persiguen los valores que son elevados e incluso celestiales. Céfiro, también conocido como el hijo de Aurora (el alba) es el Viento del Oeste. Cloris, ninfa de la brisa, consorte de Céfiro. Su nombre también significa pálido. Los romanos la apodaron Flora, pero también la han identificado con Aura, diosa de la brisa.

Según cuenta la leyenda Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Crono y luego arrojados al mar. El título de la obra no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican, como Chipre, Pafos o Citerea. La diosa es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores. A la izquierda aparecen los primeros dos personajes de la obra. Uno de ellos es Céfiro, a su lado Cloris. Céfiro y Cloris, fuertemente abrazados simbolizan la unión de la materia y el espíritu. A su alrededor caen rosas, flores sagradas de Venus, creadas al tiempo que la diosa del amor, que con su belleza y fragancia son el símbolo del amor, y con sus espinas nos recuerdan el dolor que éste puede acarrear.

Una de las Horas o Ninfas espera a la diosa en la playa, para cubrirla con un manto rojo con motivos florales. Se cree que se trata, específicamente, de la Primavera, la estación del renacer. Lleva un traje floreado: es blanco y está bordado de acianos. Un cinturón de rosas rodea su cintura y en el cuello luce una elegante guirnalda de mirto, planta sagrada de Venus y símbolo del amor eterno. Entre sus pies florece una anémona azul. El que la ninfa tape con su manto a la diosa es señal de que los misterios de Venus, como los del conocimiento, se encuentran ocultos.

Toda la pintura está bañada por un resplandor dorado que muestra un mundo transformado por la belleza de Venus. Todo el cuadro fue pintado usando colores claros y suaves. La piel de Venus es muy parecida al color de las perlas. Aquí Venus aparece como una estatua hecha de puro mármol, más que de carne. La parte derecha del cuadro es más oscura pero todo sugiere que la presencia de Venus hará que esas sombras desaparezcan.

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