La torre de la Giralda es una torre de base cuadrada con decoración de sebka y arcos polilobulados de herradura apuntada, decorados en el intradós y entrecruzados. Estos elementos son característicos del arte almohade.
Por su decoración, se trata de una obra de arte almohade, por lo que podría estar ubicada en el norte de áfrica o en la península Ibérica. En este caso el cuerpo superior, a modo de campanario barroco, nos indica que en el siglo XVI se convirtió en un edificio cristiano. Lo ubicamos, pues, en la Península. En concreto, sabemos que es el alminar de la gran mezquita madrassa de Sevilla, hoy, campanario de la catedral.
Como edificio almohade en la Península, lo situamos entre los siglos XII y XIII. En concreto, se sabe que fue realiza por los arquitectos Ibbu Basso y Alí de Gomara entre 1184 y 1198. En estas fechas, el islam había experimentado una gran expansión, pero el califato se encontraba disgregado en numerosos reinos y emiratos. En la Península, los reinos de taifas estaban enormemente debilitados y el avance de los cristianos hacia el sur era evidente. Así, las taifas llamaron en su ayuda a las denominadas dinastías africanas islámicas. Los almorávides, en el siglo XI, y los almohades, en el XII, entraron en la Península con intención de ayudar a los reinos de taifas, aunque finalmente los dominaron e incluyeron en sus imperios, frenando a su vez el avance cristiano.
Como todos los edificios del islam, los materiales pobres y ligeros hacen que su construcción se simplifique. A pesar de esta razón, los alminares almohades tienen una estructura algo más compleja. Se construyen a partir de una doble torre, es decir, un núcleo central está envuelto por otro cuerpo, y, entre ambos, extensas rampas facilitan el ascenso y el descenso. Esta estructura influyó también en las torres defensivas de los castillos. El material utilizado era el ladrillo bien aparejado, que formaba gruesos muros. Los alminares almohades se remataban con un cuerpo más pequeño, en el cual se colocaba el almuédano. En este caso, desapareció en la reforma del siglo XVI, al ser sustituido por el campanario actual de la catedral.
La Giralda es una torre de base cuadrada construida en ladrillo. En la parte inferior tiene el paramento de ladrillo prácticamente liso. Sobre esta zona aparece la decoración de sebka, es decir, los ladrillos forman una red de rombos que decoran el muro. Esta zona se remata con arcos entrecruzados. La torre cuenta con unos cuerpos superiores realizados en el siglo XVI.
A lo largo de la torre se abren vanos en una columna central, algunos de ellos geminados. Los arcos de los vanos son de herradura: de herradura apuntada, polilobulados, decorados en su intradós, entrecruzados, etc. Se aprecian además, columnas sosteniendo los arcos que se sabe que fueron tomadas del palacio de Medina de Azahara, en Córdoba.
El alminar tuvo una importancia vital en el islam inicial, pues formaba parte de la mezquita, edificio fundamental de dicho credo. Desde el alminar tenía lugar la llamada a la oración cinco veces al día, siendo este uno de los pilares de la religión islámica. Al mismo tiempo, con estas construcciones, el islam competía con los grandes edificios cristianos.
Historia del Arte 
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